Del 13 de marzo al 15 de mayo, Sheila Hicks, llega a Antofagasta con la exposición Reencuentro, presentada por el Museo Chileno de Arte Precolombino y Escondida | BHP. La muestra será exhibida gratuitamente en la Sala de Arte Balmaceda Arte Joven del Edificio Comunitario de Fundación Minera Escondida (Av. Bernardo O’Higgins 1280).
La exposición presenta la obra de Sheila Hicks, una de las artistas contemporáneas más influyentes en la actualidad. Las obras de la artistas son presentadas en conjunto de una selección de textiles arqueológicos pertenecientes a la colección del Museo Chileno de Arte Precolombino. Se establece un diálogo entre las influencias andinas y las diferentes expresiones estéticas de la artista, materializando el vínculo entre Arte ancestral Andino, y el arte contemporáneo.
Hoy, más que nunca, se hace necesario poner en valor el arte, la cultura y el patrimonio de las comunidades indígenas. Respetar y asegurar el bienestar de las personas que a través de su oficio y vida, resguardan el patrimonio. Les propongo que hoy también observemos el arte de los Andes, su enorme potencial creador, para estimular la conversación entorno a la cultura que estamos debatiendo. El trabajo de Sheila nos invita a observar estas prácticas ancestrales, que aún se mantienen vivas, y que aún cuentan de gran potencial creador, desde el pasado hacia el futuro.
Agradezco la generosidad del Museo Precolombino, por hacer posible esta exposición. En especial, al equipo de colecciones, quienes me abrieron las puertas de la maravillosa colección que resguardan. A su director, Carlos Aldunate, quien enérgicamente, día a día, permite establecer nuevos diálogos con nuestro patrimonio, para así repensar las realidades que creamos, facilitar y contribuir el acceso al patrimonio y las artes, fomentando la expresión de una cultura radicalmente viva.
La exposición pone en evidencia la aguda observación y creatividad de Hicks en su contacto con el paisaje cultural del territorio surandino, que conoció a partir de un viaje iniciado en 1957 por America del Sur y que ha tenido implicancias a lo largo de toda su práctica artística.
El descubrimiento de la geografía de los Andes, de sus paisajes, de los sitios arqueológicos, de sus personas, es también, hasta hoy, una fuente de inspiración para ella.
Las estructuras de los textiles, el rigor y la sofisticación de los tejedores y las tejedoras andinas al entrelazar hilos para dar vida a cuerpos textiles fascinaron a Sheila y fueron el puntapié inicial de sus experimentaciones.
La obra de Sheila Hicks es un arte de espacio y tiempo. Toca la fibra y la transforma por medio de delicadas transferencias de significado; en ese gesto la dota de vida.